Hablar de Michael Jackson es evocar a una leyenda que transformó la historia de la música para siempre. Su talento, su estilo inconfundible y su visión artística marcaron generaciones, convirtiéndolo en un ícono capaz de derribar fronteras, idiomas y géneros musicales.

Aunque ya no está físicamente, su legado sigue latiendo con fuerza. Su música continúa inspirando a artistas de todo el mundo, y entre ellos destaca BTS, la agrupación surcoreana que ha revolucionado la industria global. El septeto no solo ha roto récords de ventas y reproducciones, sino que también ha cambiado la percepción internacional sobre el pop, el K-pop y la cultura asiática contemporánea.

Ahora, ambos mundos se cruzan en un proyecto que pocos imaginaban: una colaboración entre BTS y el legado del Rey del Pop.

Según reportes de medios internacionales y foros especializados, esta alianza nace de un acuerdo entre los representantes de Michael Jackson y la agencia HYBE, responsable de la carrera de BTS. El objetivo es rendir un homenaje moderno al artista a través de una reinterpretación de su música, que incluirá una canción inédita construida a partir de material vocal restaurado de Jackson, cuidadosamente adaptado a los estándares de producción actuales.

Aunque los detalles se manejan con absoluta reserva, se sabe que el lanzamiento no se limitará al plano musical. Habrá también un videoclip que buscará fusionar la estética icónica de clásicos como Thriller o Smooth Criminal con el sello escénico de BTS: coreografías milimétricas, narrativas visuales y una producción cinematográfica impecable.

En cuanto al estreno, aún no hay una fecha confirmada, pero todo apunta a que podría llegar a finales de año, posiblemente durante una gala internacional de gran alcance como los MTV VMAs o los American Music Awards, escenarios donde tanto BTS como Michael Jackson han dejado huella.

La respuesta de los fans ha sido inmediata y masiva. ARMY y los admiradores del Rey del Pop han inundado X, TikTok e Instagram con teorías, expectativas y mensajes de emoción, anticipando lo que muchos ya consideran un encuentro histórico entre dos fenómenos musicales de generaciones distintas.