Bobby Pulido se prepara para cumplir uno de sus mayores sueños: presentarse en el Auditorio Nacional el próximo 9 de agosto. El cantante texano expresó que este concierto tiene un significado muy especial para él, ya que considera al recinto como “el escenario más prestigioso de toda la república” y “el que más he aspirado en mi carrera”.

Aunque ya había estado en el Auditorio en una ocasión anterior, fue en un evento privado. Ahora, la emoción es distinta, ya que por primera vez ofrecerá un espectáculo abierto al público: “Siempre soñé con tocar ahí en un concierto propio”.

Sin revelar demasiados detalles, adelantó que será “una noche mágica” con varios invitados especiales. Entre ellos destaca su padre, Roberto “El Primo” Pulido, quien nunca ha cantado en la Ciudad de México: “Él es un artista de Texas que tuvo mucho éxito en Monterrey y en el norte del país, pero en el centro aún no lo conocen. Esta será una oportunidad muy emotiva para los dos”.

Agregó que su padre también se encuentra despidiéndose de los escenarios tras una trayectoria de seis décadas: “Él tiene 60 años cantando y yo estoy cumpliendo 30. Quiero que sienta la emoción del público. Es un regalo para él y también para mí”.

Dos discos para celebrar su historia

Pulido también habló sobre los dos discos que ha lanzado recientemente, grabados durante conciertos especiales en Monterrey. En esos shows, compartió escenario con artistas cercanos a él en una dinámica especial: cada invitado interpretó un tema del repertorio de Bobby, y él cantó una canción del repertorio de ellos, todo con arreglos tex-mex.

Estos álbumes representan un recorrido musical por su carrera y, al mismo tiempo, una celebración de la diversidad del regional mexicano a lo largo de generaciones. Entre los artistas invitados se encuentran David Bisbal, Alicia Villarreal, Bronco, Majo, Caloncho, Luis Pulido y Don Roberto Pulido, así como El Plan, Jennifer Peña, Kevin Aguilar, Los Rojos, Guardianes del Amor, David Olivares, Los Socios del Ritmo y Kingy.

“Mi mejor promotor es la gente”

Reflexionando sobre su trayectoria, Bobby aseguró que su meta nunca fue la fama, sino superarse como artista y como persona: “Quería ser el mejor Bobby posible, no alguien famoso por el escándalo”.

Afirmó que ha construido su carrera sin recurrir a campañas agresivas de publicidad ni controversias: “Creo que mi mejor promotor ha sido siempre el público. No es una megaestructura, no es una máquina de promoción, es alguien que le dice a otro: ‘¿Te gusta esta rola? Quiero dedicártela’. Eso, como decimos en Estados Unidos, es priceless, no tiene precio”.